12 de Marzo del 2014
Conoce a Carlos Vigil
No sabía bien si el hombre era leyenda o mito. Había visto una entrevista suya en Oh Diosas hacía no sé cuánto tiempo atrás, luego leí algo sobre él en alguna revista de la que ya no me acuerdo el nombre y finalmente, hace unas semanas fui donde la señora Elvira, la reina indiscutible de los buqués para novias en Lima ya que mi prima se casa y al conversar sobre posibles diseñadores para mi vestido, me dijo sin más que debía ir donde él, donde Carlos Vigil.
Sin embargo, el hombre no estaba en mi radar, luego de siete años de trabajar en esto lo que sabía de él era poco, o nada en realidad. Pero como el título de este blog no es por gusto, los astros confabularon y las coincidencias se volvieron realidad. Un buen día me llega un correo suyo, invitándome a conocer su Atelier y para mostrarme Metrópoli, la colección de vestidos de Alta Costura que hace menos de quince días mostró en Dubai. Oh sí, Dubai.
Su atelier, que es también su casa, es como un palacete cerca a Salaverry, una de esas casas inmensas, llenas de molduras, de puertas grandes y techos altos. Todo es perfecto, todo está pensado, desde el cuadro hasta la alfombra, desde la puerta en la que me recibió hasta la piscina, que hay al fondo de la casa (y es que comprenderás que mi curiosidad me llevó a conocer todo lo que pude y su cocina, su cocina está para morirse, tema fijo del próximo Lunes de Decoración). En una esquina hay una escultura y en la esquina de allá una mesita con un pequeño juego de té y dulces y canapés mejor presentados que en pastelería francesa, muy María Antonieta era toda la situación.
La verdad es que me recibió y la conversación fluyó de forma orgánica y muy desordenada en el buen sentido, como cuando hablas con una amiga y saltas de tema en tema porque todo lo que hay por decir es tan interesante que un tema te lleva a otro y así, se pasó la hora. Mientras él me hablaba de su colección Metrópoli se apasionaba por el trabajo al detalle de cada prenda y yo miraba y absorvía todo lo que podía mientras que le preguntaba que cómo era posible que no nos hubiéramos conocido antes. ¿Dónde estabas? Le dije. Trabajando, me respondió, y siendo padre y madre (es padre soltero de tres hijas todas en sus veintes mujeres ahora, hechas y derechas).
Lo entendí todo. Carlos Vigil es el tipo de hombre que se ha dedicado toda su vida a coser vestidos de ensueño, vestido tras vestido, trabajo tras trabajo para poder criar a sus hijas. Cuando crías hijos (con o sin pareja) no tienes más tiempo que el que ellos te permitan tener. Trabajar en casa es otra historia que se parece a la mía. Tras cada renglón que escribo Valentina me interrumpe para que vea su dibujo, aplauda su baile o le cante la canción. Vuelvo al post, y así pueden pasar horas hasta finalmente logro sacar algo.
Me imagino que su vida debe haber sido algo así. Puntada tras puntada, entre un hijo y otro, para hacer el trabajo pendiente y seguir. No ha habido tiempo para nada más. Pero ahora los tiempos han cambiado. Con sus hijas listas para volar Carlos quiere también darse a conocer entre gente que como yo lo pensaban un personaje lejano, que no lo es.
Más caballero, imposible. Más talentoso, cada vez. Después de más de 30 años de trabajo dedicado a hacer vestidos a medida, Carlos ha presentado tres colecciones en estos últimos años, dos de ellas en el Couture Fashion Week de New York y otra en el Miami Fashion Week. Ahora fue invitado a Dubai -TREMENDO HOTEL dónde presentó, una cosa de locos- hasta allá llevó Metropoli, su más reciente colección de vestidos de noche que, sólo Dios y él saben el trabajo que ha sito todas y cada una de sus piezas.
Inspirada en los principales edificios del mundo (el detalle de la colección va en el siguiente post) Metrópolis juega con tonos fríos como el magenta, gris, azul y morado. Tienen un trabajo de cintas y telas cortadas al sesgo acompañado de transparencias y pedrerías que te mueres sólo de pensar cuántas horas tardaron en hacerlo.