#TommyFall14

WAAAAIIIIIIIT antes de empezar a leer, por favor abran youtube y pongan Molly’s Chamber de Kings of Leon para entrar un poco en ambiente.

Lima. Hace unas semanas leía una nota de Suzy Menkes - famosa periodista de moda para el NY Times - en la que se discutía la vigencia de la moda, la muerte de la moda. El argumento principal era precisamente la velocidad con la que la industria se mueve obligando a diseñadores y equipos de diseño a presentar 4 o hasta 8 colecciones al año y dejando a los consumidores sin tiempo para comprar. Suzy hablaba de la escasa producción y la falta de mentes nuevas y deslumbrantes en los altos cargos de la industria. Todo es muy… comercial. Al mismo tiempo Anna Wintour se pronunciaba sobre la relevancia de los invitados a los desfiles, ¿cuál era el sentido de tener a tantos asistentes y no solo a los necesarios?

Este otoño se esperaba con muchas ansias. Todos los seguidores de la moda como fenómeno social estábamos ansiosos por ver cómo las casas de diseño iban a responder ante este gran ataque al corazón de los grandes egos. La sorpresa ha sido grata, pero sobre todo, ha sido verdaderamente impresionante ver a marcas comerciales darle la vuelta a la situación con una propuesta de diseño ehhhmmm… realmente diseñado. Tommy me tenía enamorado desde el año pasado, y déjenme decirles que fue un cambio de actitud hacia la marca, al ver la colección de Setiembre sentí emoción de la capacidad de una casa con tantos años en el mercado para reinventarse y atender la demanda siendo fiel a su estilo, una propuesta tan clásica como vanguardista. Y no solo eso, Tommy reforzó su conexión con cada uno de nosotros, pequeños y grandes seguidores que finalmente somos los traductores para ustedes, el público. Con todo esto, Tommy me tenía heels over head.

Llegó el otoño y el odiado inicio de año me jugó una mala pasada no pudiendo agendar el pasaje para cumplir con el sagrado deber del Fashion Week. Una vez superado el golpe -duro golpe-, anoté mis desfiles favoritos y me puse en contacto con cada una de las áreas de Relaciones Públicas; como siempre, Tommy fue el primero en responder. Y sorpresa, tenían toda una orquesta de medios para que no me pierda un solo detalle del show. Desde los SKETCHES hasta la MÚSICA, así es señores, TODO. Así que sentado en mi oficina recién remodelada y con una caja de tissues que me acompañan en el martirio de haberme perdido este desfile, abrí una Coca Cola Zero, le puse play al soundtrack (empezando con Cinnamon Girl Neil Young) y empecé a analizar foto por foto.