Etiquetadas como: Fatima Arrieta

14 de Abril del 2014

Fátima Arrieta @LifWeek Otoño Invierno 2014 y PerúModa 2014

Fatima_Arrieta-59

Para hacer este post como Dios manda, tengo que ser brutalmente honesta. Nunca he sido fan del trabajo de Fátima Arrieta, pero no sólo no era fan si no que honestamente no me gustaba, y por varias razones. Por un lado está toda esa promo de novias que hace menos de una década atrás se casaron en Lima uniformadas con corsé bordados con flores naranjas y fucsias, con el mismo bordado al ruedo y quizá incluso en un fajín y que por ende, combinaban ellas felices sus buqués y sus tortas de novia, y la decoración de todo el local también haciendo un matchy-matchy perfecto y estresante, para mi. Todo bien por el lado de las novias que así se sintieron hermosas y reinas de su noche, así debe ser, pero todo mal por el lado de la diseñadora que no ofrecía nada nuevo.

Por otro lado estaban sus anteriores pasarelas que nunca las sentí a la altura de la situación. Y es que saber y hacer hermosos vestidos de “Alta Costura” como nos gusta llamarles, no significa -en lo absoluto- saber poner en marcha una colección. Son dos temas absolutamente diferentes de los que muchos diseñadores no están al tanto. Bordar hermosamente no quiere decir que sabemos poner en acción una pasarela y para ser honestos, no tendrían por qué saberlo, para eso hay todo un equipo de gente que debe rodear a los diseñadores para ayudarlos a canalizar sus creativas ideas, que alineen los conceptos, los mastiquen y los digieran para hacer de estos colecciones deseables, usables y vendibles, que debería ser el objetivo final.

Cuando tras bastidores empecé a conocer de qué se trataba esta colección, el morbo y la curiosidad se apoderaron de mi. Por un lado estaba la gran inspiración, el trabajo de Martin Chambi, este fotógrafo talentosísimo y pionero en la fotografía de social en Cusco que hasta Scott Schuman, el Sartorialistist ni bien llegó a Lima se fue derechito a la ciudad Inca a conocer el trabajo de este trome artista nuestro.

La fotografía de Chambi alcanza su pico allá por los años 20′s así que tomando nota mental, Fátima se inspiraba en el trabajo de este gran fotógrafo que pasa desde ser un retratista social a un documentarista cultural andino combinado con la locura de los locos años 20′s. Vaya combinación. Además, habían ciertas siluetas kimono y cortes lineales que me recordaban a la década de los sesenta, algo de asimetrías propias de los setenta, transparencias también, dorados y plateados pero por sobre todas las cosas habrían flecos, muchos flecos.

Honestamente era la receta para el desastre. Y yo quería verlo #PuraCuriosidad

Pues bien, me perdí el desfile!!!! Fue la misma noche que volvía de la clínica con Valentina y no había forma de dejarla así que me quedé con ella pero veía en mi Instagram y el Facebook que el mundo entero reventaba de felicidad ante el desfile de Fátima. La situación digilatl era honestamente abrumadora y las fotos se veían increíbles porque más allá de la ropa, transmitían energía y magia. Sentía toda la emoción de los asistentes a través de la pantalla de mi celular. Así que cuando supe que se volvería a presentar en el PerúModa 2014 supe que tendría una nueva oportunidad y la vi en primera fila, para verla mejor.

Me quedé muda y me quedé feliz. No, muda no porque la música me tuvo y cantando bailando sobre mi asiento a lo largo de todo el desfile. Y no solo a mi, la gente bailaba en su sitio y los ojos estaban puestos en cada una de las salidas. A diferencia de muuuuchos otros desfiles a los que he asistido, la gente no andaba mirando su whatsup ni tomandose selfies. Los ojos estaban todos en la pasarela.

Sí, estaban los años 20′s como un gran paraguas temático y sí, habían detalles andinos y también siluetas rectas y algo oriental y algo muy de Studio 54, largos, minis y faldas asiméticas, encajes y transparencias por doquier y aunque suene a un arroz con mango, funcionaba. Funcionó. El desfile fue nada menos que un éxito rotundo del que me apunto con más de un look.

Luego de verlo todo, algo me quedó claro y es que la diseñadora se rodeó de gente, formó un equipo, trabajó y dejó trabajar. Este no fue el resultado de un chispazo de genialidad si no de trabajo puro y duro. Y el trabajo al final del día, paga.

Mis respetos a Fátima por apuntarse con una colección que desde ya le digo, deja la vara muy alta para futuras colecciones. Mis felicitaciones a ella y a su equipo.

Ver el post completo
Publicado por serendipity a las 02:53 pm
POST RELACIONADOS