Aquí están queridos lectores míos las notas que me hicieron este mes en la revista CARAS (que salió hoy) y Para tí (que salió el lunes creo). Gracias, gracias y más gracias a los que me leen desde el inicio en Enero del 2007 con este que fue mi primer post y parece que fue hace cuchumil años luz. Gracias a los que me leen desde ayer y a los que gracias a estas notan van a empezar a caer en este blog. Fue creado por mi, para mi, pero la verdad de la milanesa es que es para ustedes.
Será que estos últimos dos días me he dedicado a escribir como loca maniática cuchumil artículos e investigaciones sobre moda que tenía que hacer, que prácticamente no me he movido de mi sillón, que ahora está más hundido y mis posaderas, mi trasero, mi derriere…WTF, mi poto está más cuadrado que nunca.
En fin, viéndolo por el lado amable, estos días he podido postear más seguido. Entre cosa y cosa entraba al blog y si se me venía algo a la mente -coherente y con sentido, no estupideces varias que esas abundan últimamente- lo escribía, cosa que no me ocurría hace mucho ya que generalmente andaba en el medio de algo y así como las ideas venían, sin asco se iban. Así es la vida.
Y hoy me puse a pensar en cómo ha cambiado mi vida en estos últimos 2 años y medio que tiene el blog. Pero no sólo la mía. La de mis amigas también. Tengo 2 mejores amigas ever, dos mejores amigas que hasta hace dos años estaban solteras, es más, hasta hace un año una y hasta hace un par de meses la otra. La cosa es que ahora, por primera vez desde que las 3 nos conocemos estamos enamoradas y lo que es mejor aún, somos correspondidas y tenemos galanes alucinantes a nuestro lado. Las 3 tenemos 31 años, somos chicas grandes, profesionales y cada una es buena en lo que hace (y este es un momento egoncéntrico, porque me considero buena en lo que hago).
La pregunta del millón es, y ahora qué?. Y ahora que las tres estamos felices como las lombrices con nuestros respectivos lovers y tenemos planes e ilusiones para el futuro, alguna volverá a sufrir por amor? Lo lógico es pensar que sí. Somos tres y no sé, no tengo la más remota idea de cuáles son las probabilidades de que las 3 sigamos así de felices for ever and ever. Chanfle. Yo no quiero volver a empezar con nadie. Estoy felíz con mi galán y creo que ellas también. Será que “ya la hicimos”? O que ahora comienza lo bueno???
Se que nadie nos garantiza nada, pero este es un momento único (a las 3 nos ligó, al fin!) y distinto al que hemos vivido antes. Hemos cambiado, o en el fondo somos las mismas? Será que ahora nos toca vivir en carne propia las experiencias de un matrimonio, tener una familia, seguir trabajando, seguir siendo amigas y no perdernos en el camino? Será que entregamos nuestros corazones por última vez? Será que las tres cerramos esa etapa para empezar otra distinta?
No lo sé. Lo único que sé, de hecho que sé, es que las tres seguimos acá y que si alguna tropieza, se cae o resbala, siempre habremos dos dispuestas a levantarla y si es necesario, volver a empezar. Pero en serio, y ahora qué?
El mundo gira y poco a poco, mi bolsillo se estabiliza. Bingo!!! Gracias a Dios, a mis plegarias y muchísimo trabajo, la semana pasada me di con la sorpresa de contar con plata en mano y sin deudas que pagar. Y ahora qué??? Fue lo primero que pensé: SATISFACCION ABSOLUTA! Corte de pelo, manos, pies, mi shampoo Joh Frieda, gym, carteras, zapatos, ropa, etc, etc, etc…nunca tanto, tampoco me saqué la tinka pero sí podía darme algunos gustitos olvidados, y prepárense porque me vengo shopping-reloaded.
Tamaño acontecimiento coincidió con una nota que querían hacerme para la revista CARAS con foto incluida, y yo sin ganas de sumergirme en las profundidades de mi ya conocido clóset, quise y pude ir de compras.
Con mi Rochi al lado, la primera opción lógica era asaltar MNG (hay unos vestiditos primaverales preciosísimos) pero decidí apostar por lo nuestro, tomar Inca Kola, comer ceviche y terminamos en la boutique de Jessica Butrich. Lo primero que me puse me colocaba en la categoría de mamacita rica y apretadita, un NO NO, la segunda muy bohemia, NOT ME, y la tercera era fresca y primaveral, UN PUEDE SER, tantito femenino (aunque ese es el estilo de Jessica) pero nada que no se pueda cambiar. Además, estaba bello y lo mejor, con 50% de dcto!!! (o sea, esta bien que tengamos plata en mano pero nunca tanto, que viva el ahorro nacional) y un par de zapatitos black and white hermosos que prometo tomar foto y mostrárselos.
Pero ese vestido primaveral no podía ir con unos zapatitos cute, demasiada belleza junta, y se me metió que quería algo más power y recordé unas gladiadoras fabulosas con tachas rock and roll y todo que le vi a Valeria Mazza en la publicidad de Saga. Así que con catálogo en mano y dispuesta a comprarlas sin importar marca o precio, nos enrumbamos al Jockey Plaza. Señorita, le dije a la chica que atendía, vengo por las sandalias de Valeria Mazza. Me miró medio raro pero imagino que no soy la única lindita que va con una revista y dice “quiero esto”. O sí??? Anyway, eran unas Nine West espectaculares!!! Las fotos de los dos zapatos vienen mañana ya???
Y bueno, ahora viene la parte en la que me pongo más pesada/ladilla/insoportable que nunca. La semana pasada hice una nota para 7 Vidas, no?, pues esta semana hice otra para la revista Para Ti además de la de Caras. O seaaaaaaaa??? Yo aún no me creo nada de esto, aún me parece extrañísimo que alguien considere mi vida o a mi lo suficientemente interesante como para hacer una nota en una revista, es que no han leído que YO SOY LORNA!!!
Una vez me llegó un comentario que decía que La Vida de Serendipity se volvía aburrida porque solo hablaba de mis logros, y repito lo que le respondí, si no hablo acá de mi, dónde?. Si no aprendo aún a estar orgullosa de mi, entonces cuándo?. Si ustedes no se enteran de estas cosas por mi entonces, cómo?.
PD. Mi papá acaba de llegar a la casa con unos merenguitos de la panadería. Nota mental: Esa azúcar se me va derechito al poto y a “agrandar” el poto dile No.
PD2: Andreitas! Irma nos preparó keke de plátano otra vez…te llevo un pedacito, ya??? prometo no terminármelo todo, poto, poto, poto.
PD3: Faltan 9 días para que me vaya a Urubamba a ver a bebé Andreas, y lo voy a malcriar maaaaaaaaaaal.
Soy de las personas que no entienden los chistes o que a veces no capta las indirectas. Cuántas veces me reído de algo 3 horas después!, o volteo a decirle a alguien de confianza “No entendí”, con un signo de interrogación más grande que mi poto flotando sobre mi cabeza.
Soy de las personas que se cuestiona en voz alta y frente a personas que no debería, cosas como “cómo será la vida de las mujeres que no saben andar en tacos, no?”. Pienso en cómo sería un mundo sin celulitis y rezo a Dios para que no me salgan estrías. Soy de víctima de mi propia sinceridad.
No me pongo nerviosa con facilidad pero soy torpe hasta la pared de enfrente. Me caigo en lugares públicos, suelo resbalarme y jugar a ser un ekeko ha hecho que se me caiga todo al piso más de una vez, laptop incluída y en plena Av. Conquistadores. Sin embargo, siempre digo que puedo sola.
Lloro por cualquier cosa, y no me refiero a si he llorado por enésima vez viendo chick flicks como Los Puentes de Madison o El Espejo tiene dos caras, sino a que lloré mal viendo Máncora. Lo se!. Buenaza la pela dicho sea de paso.
Soy lorna porque se que lo soy, pero me resiento cuando me lo dicen.
Soy lornaza porque vivo disculpándome por cosas que dicen no debería. Si a medio mundo decir “disculpame” se le complica, a mi no me da verguenza y me disculpo a veces demasiado.
Ultimamente, uno de mis mayores y más grandes cuestionamientos recae en mi terrible forma de hablar. Les explico. Escribo como hablo, hablo con pienso. Se han dado cuenta cómo empiezo oraciones alrevés? Cómo cuando escribo me lleno de paréntesis? Pues hago exactamente lo mismo cuando hablo. Digo en voz alta: “Y abro parentesis….bla bla bla….cierro parentesis”. Lo hago siempre, lo hago mucho. También suelo hacerme de porcentajes para tratar de explicar algo. Generalmente, lazo un porcentaje seguido de alguna explicación teórica que saque de algún lugar de mi cerebro y que sustente ese porcentaje (inventadísimo, por supuesto), para luego abrir un paréntesis, como lo acabo de hacer en esta oración.
Mis oraciones (y mi vida) están llenos de paréntesis. Creo que debería retomar terapia.
No me pinto las canas, y es acá cuando Tim Gunn me diría que soy una “grandísima lorna”. Cuando agunos visitantes casuales de mi blog (que no puedo llamar lectores puessssss) me dicen que soy una verguenza, una chata o una gorda, me vale madres. Tim Gunn me diría otra vez que soy una lorna?
A veces quisiera brillar como una estrella, supongo que eso se relaciona a mi amor ferviente por las chispitas mariposas. Créanme, si me ponen una al frente juego como si una niña de 5 con su Barbie preferida. Me hacen reír, me ponen de buen humor, me parecen perfectas. Lastima que duren tan poco.
Ultimamente ando echa un 8.
Me dan miedo las cucarachas pero no me da miedo morir.
No soy muy divertida, no soy muy sabia, no soy muy loca, no soy muy profunda, no soy muy pensante, no soy muy impulsiva ni metódica ni organizada ni ocurrente. No tengo la vida solucionada, no se a donde voy, no se bien lo que quiero y a veces ni siquiera tengo la más remota idea de dónde estoy parada. Chanfle.
Carezco de muchísimos talentos regios y fascinantes que podrían hacer de mi una persona interesante y cautivadora, pero últimamente se me ha dado por el tenis.
A veces no escucho mucho, a veces no entiendo nada.
Tengo alma de gansa. Creo en la gente y peco de ingenua.
En estos últimos años he aprendido mucho, he ganado demasiadas cosas pero he perdido muchas otras. No me ilusiono tan facilmente como antes, soy más práctica y vivo el momento. Ya no pienso mucho en el futuro. I’m not getting any younger y tengo más arrugas alrededor de los ojos de las que quisiera.
Mi mami me acaba de dar un beso en la frente.
Me lleno con un pedazo de pizza, siempre quiero postre, necesito varios pares de zapatos nuevos, un par de jeans, un rimel nuevo, un corte de pelo, trabajar menos y ganar más.
Moni, nuestra canción amiga! Porque somos lornas (sí, te incluyo en la historia mamacita linda!).
Oh por Dios, otra vez se me pasaron los días sin escribir acá. Tanto que ha pasado, tan poco que les he contado. No se ni por donde empezar.
Así que empiezo por el título, por cuando más es más, y para no hacer asterisco uno, asterisco dos, etc…hago un solo post sobre este tema y mañana posteo sobre el otro tema, and so, and so.
La semana pasada tuve la flamante premier de la película Máncora y no tenía idea de qué ponerme. Hace muuuucho que no me compro ropa -sigo culpando a la recisión, pero la cosa está por cambiar así que prepárate Lima- y vengo teniendo eventos y cosas por lo que mis opciones de cocktail (había un cocktail después de la pela) estaban más que escasas, no podía repetir modelito y mi cerebro rescatador de antiguedades no estaba de ánimos como para ponerme creativa.
Vi la luz cuando ofrecieron prestarme un Vestido maravilloso, el único problema es que era talla 6 y yo soy 2 o 4. Eso podría haberlo pasado por alto con un buen fajín, pero el vestido tenía un escote bárbaro, de esos que te obligan a andar por la vida sin sostén. Lo primero fue hacerme la idea de salir así a la calle. Lo superé. Lo segundo era que al ser una talla más que yo, el escote se abría más de lo normal y eso implicaría que yo ande pendiente de no mostrar la teta a diestra y siniestra.
Tenía que estar en el cine a las 7. Eran las 7 y yo decidí no usar el vestido, no me hayaba. Ni modo. Colapsé maaaaaaal. Volví a lo básico, saqué una falda negra tubo, una camisa blanca sin espalda y halter que una vez me regaló Gerardo Privat, medias negras y tacos negros. Jamás perderás con un look black and white.
Pero claro mamacita linda de mi vida y de mi corazón! Aún hace frío!!! Decidida a no dejar que las malas ganas me ganaran y que mi galán no me matara, ya eran casi las 8, saqué un abrigo de piel de mi mami totalmente ochentero. Claro, el abrigo es con hombreras (que se usan) y la piel hace bulto, vale decir que para ese momento mi pelo me parecía una desgracia humana y mi cara poco digna de ser exhibida. Nunca te ha pasado?
Llegué tarde, tardísimo, pero al menos mi galán maravilloso sonrió al verme “tan guapa” como me dice él. Bueno, si ya estaba con un abrigo de piel que de por sí es llamativo para nuestra sociedad y propio solo de las tías, me jalé el pelo de costado, me maquillaje los ojos tranqui (pero con bastante delineador y muchas capas de rimel) y me pinté la boca de rojo que te quiero rojo, con un lapiz de labio Chanel que pocas veces uso, porque es demasiado rojo.
O sea, si mi abrigo ya iba a llamar la atención, pues armo el paquete completo, nada de atenciones a medias, era el momento perfecto para decir que más, es más. El resultado fue en realidad bastante bueno. Logré mi cometido de disfrazar mi cara de pocos amigos con cosas que llamaran la atención. Creo que las pieles, los tacos altísimos (y que lustrandolos me manchó las manos de negro, para colmo), los ojos marcados y la boca roja red fueron perfectos para que la gente mire otra cosa, menos mi cansancio y decepción por no encontrar algo que me matara.
No me puedo quejar. Claro, yo era una mezcla de Carrie Bradshaw con Samantha Jones, un disfraz al que no me trepo así no más, pero la idea es esta: Cuánto menos te sientas (porque tu pelo no funciona, el vestido no te queda bien o te subiste 2 kilos), ponte algo llamativo, destaca por otras razones que no sean tu pelo, tus vestido o tu rollo, si no por un collar maravilloso, unos zapatos de infarto o una cartera de ensueño.
Lo que dije hoy en el reportaje de 7 Vidas, maximiza lo bueno y minimiza lo malo, así nadie lo va a notar.
