El otro día conversaba con mi siempre adorada y regiasa amiga R, hablábamos de los hombres y otros males, particularmente de uno con quien ella anda saliendo, o al menos intentando salir. En realidad creo que han salido solo 2 veces y cuando le pregunté si la había llamado o algo para salir nuevamente, me dijo que no, le respondí, pucha, que penita!, a lo que ella me dijo que no, porque no sentía mariposas cuando estaba con él, entonces no le daba pena si no la llamaba otra vez.

Ella es una exitosísima mujer de negocios, viaja, sale, va y viene a su antojo, que lleva mucho tiempo (a veces pienso que demasiado) en una inconsciente búsqueda de Mr.Perfect (perfect para ella, no Perfect en el sentido de perfección). Porque todas queremos sentirnos amadas, porque todas queremos estar acompañadas, porque de a dos las alegrías se multiplican y los males se dividen.

Y no puedo dejar de pensar, hasta cuando debemos de seguir saliendo con una persona, si a la primera no nos causa mariposas estomacales??? Las mariposas son un tema bendito cuando las sentimos, son un tema maldito cuando no las sentimos, pero creo que ante todo, son traicioneras.

Muchas veces nos dejamos llevar por ese mito mariposón de que si no las sientes en una, entonces NEXT!, pero creo que yo no estoy de acuerdo. Creo que a veces, iniciar una relación (que solo pueden ser salidas, no hablo de enamoramientos absolutos) nos debemos como mujeres algo más que un dolor estomacal seguido de chispitas mariposas y fuegos artificiales que bien pudieran morir después del primer beso. Creo que a veces, el tiempo, las conversaciones, el llegar a conocer bien a las personas pueden también causar ese mismo efecto que con el tiempo puede ser aún más duradero.

A medida que las mujeres crecemos y nos volvemos independientes y espectaculares nuestro mínimo es más alto, nos conformamos con menos y queremos más y eso hace que a veces, descartemos prospectos de galán casi de primera impresión, sólo porque no hubieron mariposas. Pero así como crecemos y nos volvemos mujeres independientes y espectaculares, nos volvemos complejas y es inevitable que lo mismo le pase a los hombres. Entonces, debemos descartarlos right away por falta de retortijones intestinales??? O debemos continuar por la vida, sarcásticamente caminando porque sabemos que podemos salir con él sin problemas, total, no pasa na. Pero qué ocurre si algo pasa después?

Es un problema de actitud? De complejidad? De cinismo? De ganas locas de abrazar el mundo esperando que alguien nos provoque ganas locas de abrazarlo a él, y que nos abracen? Hasta donde le damos oportunidades a las personas? Hasta donde nos damos oportunidades a nosotras? Hasta que punto debemos descartar a la primera o seguir dando oportunidades a otros? Las mariposas son solo para quinceañeras? Las mariposas vienen y se van? Debemos de perseguirlas? Descartarlas? Buscarlas?

Yo soy fiel creyente de la intuición femenina (es que nunca falla, como la Virgencita) y sería ideal si dejáramos que nuestra intuición nos guie a veces, dejando a la razón y al corazón descansar. Se han dado cuenta que, igualito como en la política, la mayoría de líos y problemas en los que nos metemos son por seguir al corazón que se pelea con la razón a falta de consenso? Porque no se escuchan, discuten y se pelean como congresistas sin tomar en cuenta las reales necesidades del país, que en este caso, somos nosotras mismas.

Ella va a seguir saliendo con él, porque así se lo dice la intuición, pero sin grandes expectativas ni intenciones, para no tener nada que perder y esperar más bien, que encuentre algo que ganar. Yo solo quiero que ella gane y gane mucho, como gané yo con mi galán, que la vida la sorprenda, que el mundo la abrace y Dios mediante, se enamore. Y, si en el camino siente mariposas, pues aún mejor, no?