Estimada Srta. Gonzales,

Me dirijo a usted para saludarla y a la vez solicitarle que por favor desista en su intento de registrar en Indecopi la palabra Serendipity, así como “Seren”, “Serendipite” y “Serendipia”, las cuales han sido sus más recientes intentos en la categoría 25, referente a ropa, calzado, etc…

Vale decir que en el 2008, registré Serendipity en la categoría 35, correspondiente a publicidad, gestión de negocios comerciales, administración comercial, trabajos de oficina.

Srta. Gonzales, llevo más de cuatro años trabajando en moda gracias a mi blog La Vida de Serendipity. Si bien el fuerte de mi marca se encuentra en la internet, he tenido la buena fortuna de lograr que mi blog trascienda más allá de esta pantalla para ser una marca conocida y reconocida. No en vano gracias a Serendipity he sido publicada en la gran mayoría de revistas existentes que van desde Vogue, Caras, Para Ti, Para Teens, Somos, Ellos&Ellas y periodicos como Gestión, El Comercio, Perú21, etc…, he aparecido en muchos programas de televisión como especialista en moda Vanessa Rodríguez - Serendipity y he sido invitada a Fashion Weeks.

Serendipity es la forma en la que mis lectores me conocen, Seren, la forma en la que con todo el cariño del mundo me llaman. De más está decir que Serendipia es la versión en español de Serendipity y Serendipite es llevar la cosa a los extremos. Y mis lectores, que a punta de trabajo me he ganado no son pocos.

En lo que va del mes de Mayo más de 352,000 personas han visitado mi página, en lo que va del año son exactamente 1,583, 451 personas, en estos cuatro años son más de 7,000,000, cifra que me he ganado con muchísimo esfuerzo y trabajo. Con esto, queda claro que cuando se habla de Serendipity, Seren o sus variantes, es conmigo con quien directamente relacionan la marca como ya lo he probado legalmente ante su primer intento de inscribir Serendipity y abrir una tienda de ropa en Conquistadores, razón que motivó que múltiples lectores y empresas me escriban preguntándome si ese negocio era mío.

Dicho esto, le pido Srta. Gonzalez que por favor desista de este intento, que sólo nos hace perder tiempo y dinero a ambas partes.

Quedo a la espera de que tal vez, si Dios quiere, usted lea esto.

Atentamente,

Vanessa Rodriguez - Serendipity

Hay fotos que vales más que millones de palabras.

Después de su operación, estas son algunas de Valita de pie y caminando!!! Bella, preciosa, feliz y viva. Qué más le podemos pedir a la vida???

Claro, qué más nos queda que agradecerle al Señor, y yo a ustedes que hicieron que ella, que el milagro de Valita sea posible.

Besos para todos y todos los gracias sinceros que salen de mi corazón.

Sí, me teñí las canas (oh sí, se que esto no es glamoroso pero tu y yo sabemos también que es muy real), me hice las manos, lavé tres platos y me arruiné dos uñas. Gajes del oficio! Mañana mi galán se encarga de todo y yo no vuelvo a lavar nada hasta el viernes, mínimo, no?

Y como me dijeron por ahí, CHOCHA CON MI ANILLO!!!

Acabo de llegar a mi casa. Mi galán y yo salimos a trabajar a las 8am.

Acabo de tender camas, guardar los platos y ollas de la noche (lo siento aor, de ahora en adelante platito no más con tu pan pita). He lavado lo del desayuno, ordenado los baños y aspirado casi todo a la velocidad de la luz.

Para eso querías tu casa, no Serendipity???

TOOOOOMAAAAAAAAAAAAA.

Sí, la quiero, y no me cambio por nada. Ja!

UpDate: Acabo de descubrir la cocina también se puede aspirar, pero la cama no, re-ja!

Si Dios quiere, mañana finalmente me mudo con mi galán. Y digo si Dios quiere poeque hemos tenido taaaaantas cosas que hacer, que armas las maletas y empacar mis cosas ha sido lo último de la lista. Pretenciosamente, he elegido el 10 de Septiembre para casarme y tengo que decirles que he tenido TODA la suerte del mundo, pero eso viene después.

Como dije al inicio, mañana debo estarme mudando, saliendo de la casa que conozco desde los seis los años para dormir oficialmente en “mi cuarto” que ahora es “nuestro cuarto” pero que en verdad es un cuarto nuevo. No lo siento lejano ni nada, lo siento muy mío, elegí la cama, las sabanas, almohadas y edredones, es mío. Y a la vez, esta es mi última noche en mi cama de siempre, mi cama de plaza y media que ahora cambio por una Queen, mi cama sola que ahora voy a compartir. Es raro. Lindo y emocionante, pero nostalgico.

Te juro que mi miro mi cuarto, mis muebles, mis esquinas con la misma emoción con la que las miré cuando recién llegué a casa después de mi operación, que no se ya si te lo conté o no, pero como tenía amnesia, todo fue un recordar de a pocos, reconocer mi lugar en mi propio espacio. Esa vez, lo miré todo, lo descubrí todo, y hoy lo miro todo y me despido también.

Te confieso algo??? En diciembre pasado estuvimos a punto de mudarnos juntos mi galán y yo, pero el depa que vimos como que no nos convencía pero en el proceso, en el mientras decidíamos si mudarnos o no, sentí TANTO pánico. Pánico absoluto, porque sentía que no tenía nada qué aportar, que me iba a mudar con mi única espátula maravillosa que compré hace años en D’Cocina por consejo de Sandra Plevisani, que es lo único que había comprado hasta ese momento. Una espátula. Ibamos a ser mi galán, una cama y una espátula, y me aterré.

Luego, como pensamientos típicos y de una mente peligrosa, me entró un miedo infinito a la soledad. Lo que ocurre es que desde que soy independiente, me he vuelto más solitaria que nunca (y antisocial también). Y es que ya no tengo un grupo de gente (desde el portero, a la recepcionista hasta compañeras de oficina). Los días que escribo simplemente hago eso, escribo, y escribo sola en una mesa y hay veces en las que así me la puedo pasar todo el día. Supongo que escribir es un trabajo solitario por naturaleza.

Me he acostumbrado a que, pase lo que pase, se lo cuento a mi chico o a mi mami, no suelo llamar a nadie más porque siempre todos tienen sus vidas y están ocupados, y lo entiendo y lo respeto por eso, a veces, cuando me pasa algo bueno me lo quedo para mi, y si me pasa algo malo también. Raras veces suelo compartirlo todo como cuando tenía 20’s, y es que la vida cambia, no?

Entonces, al menos en mi casa siempre está Irma que no cuida desde toda la vida, está mi mami, mi hermano en las mañanas y mi papi en las noches. El resto del día somos las tres en realidad, son mi medio social, las personas con las que comparto todo, y el solo hecho de pensar que si me mudaba iba a estar lejos y más sola que nunca, me mataba. Y si de algo debo cuidarme yo es de morir porque para depresivas hay veces que nadie me gana, y ya sabes que cuando me deprimo como y cuando como engordo. Iba a engordar y ustedes me lo iban a decir. Entonces, mi mente avanzó a ese nivel hasta que me puse a llorar pensando que si engordaba era el fin de mi blog y si era el fin de mi blog, pues sería mi fin también.

Se que suena tonto y trágico a morir, pero en ese momento volví a ser la chica insegura maaaal necesitada de un staff de psicólogos y psiquiatras que le enseñen cómo vivir con ella misma. Durante los dos días en los que pensamos si mudarnos o no, retrocedí absolutamente.

Sin embargo todo es distinto esta vez. Por un lado, porque estamos más equipados y una espátula no será nuestra única compañía, tenemos un depa al 60% y eso es BASTANTE. Por otro lado, éste queda súper cerca de mi casa (sí, esta ñaña necesita aún de su mamá para aprenderlo todo) por lo que, haciéndome un horario de oficina puedo venir acá a trabajar de 9 a 7pm, así no me la paso sola mientras escribo si no que tendré compañía. No que tenga que tener alguien al lado, pero saber que hay alguien por ahí dando vueltas es importante.

No tengo miedo, estoy feliz y emocionada, pero hoy me despido de mi cama, de mi cuarto, del espacio que conocía como mío para empezar mañana no solo un nuevo día, si no que una nueva vida.

Y me despido con una imagen de Mater Admirabilis, la virgen joven, la virgen de mi colegio, para que todo salga como tiene que salir, para que esté conmigo siempre a ella me encomiendo.